jueves, 28 de marzo de 2013

Hair. Un canto (y un baile) a la libertad...

Milos Forman dirigió esta adaptación de la obra teatral a finales de los 70 con la intención de hacer una crítica activa acerca de los problemas engendrados en Estados Unidos en pleno conflicto de Vietnam.


Hair es un musical que se puede catalogar de completo y complejo, que en su momento tuvo la gran dificultad de adaptar a diversos actores de teatro al mundo del cine (con mucho éxito por cierto) para contarnos todo lo que se cocía en las calles de las grandes ciudades. Conflictos internos y externos como la crisis de identidad, diferencias entre clases sociales y racismo hacen acto de presencia, pero siempre con  visión de autocrítica. 

La imagen de diversos organismos estatales es frivolizada por el director, especialmente la del ejército, que se muestra de forma descocada y friki (por medio de una coreografía desternillante y un soberbio montaje). Los tópicos acerca del sexo interracial y el consumo de drogas son citados de forma naturalista bajo un prisma razonable. Cada personaje, cada nombre, y cada beat contribuyen a unos sensacionales puntos de giro, amén de un desenlace inolvidable.

El número musical de los militares afeminados no tiene precio...
En definitiva, un musical perfecto que hace referencia a los grandes pensadores del siglo xx, con identidad propia y que ha servido de fuente de inspiración para muchas creativos, entre ellos Matt Groening que incluye casi todo el repertorio musical en el universo de Los Simpsons.


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