domingo, 17 de marzo de 2013

Habemus Papam. Hay cargos que se vienen grandes...


Nanni Moretti, discípulo confeso del malogrado Paolo Pasolini, aborda un tema tan delicado como es la elección de un nuevo Papa entre las paredes del Vaticano. La metodología de tal proceso se ve reflejada en este polémico Film.

Tras la muerte del último Papa en activo se procede al cónclave resultando fumata blanca y la expectación que ello conlleva.  Esta vez las cosas no saldrán tan a pedir de boca, ya que el nuevo Papa se verá superado por la enorme responsabilidad de su cargo y no estará preparado para presentarse al resto del mundo. Como consecuencia de lo mencionado el Vaticano trae a un psiquiatra ateo y liberal (encarnado por el mismísimo Moretti) que sólo podrá plantear un diagnóstico incompleto debido a la censura a la que está sometida la terapia (no puede mencionarse la sexualidad, sueños, ansiedad, y frustraciones de su paciente).

En la terapia la intimidad brillará por su ausencia...
El especialista convence a los líderes para que concierten una cita con otro psiquiatra externo, dándole al paciente una identidad falsa para que tenga un tratamiento objetivo. Durante la visita al exterior, el Papa aprovecha para escaparse y fundirse entre la multitud como uno más (en ese momento la película se convierte en El peque se va de marcha) y disfrutar de placeres terrenales tales como escuchar músicos callejeros, comerse un dónut, entrar en una compañía teatral y flirtear con una mujer. Los homenajes a los clásicos literarios (sobre todo Chéjov) son clave en la odisea de nuestro protagonista.

Por otro lado, veremos como Nanni Moretti (en el papel de un psiquiatra secuestrado en el interior del Vaticano) se dedica a sembrar la duda entre los cardenales aflorando los perfiles más maliciosos e infantiles de los mismos. Como medida de entretenimiento organiza un campeonato de volleyball colocando a los cardenales según su nacionalidad (siendo Sudamérica el equipo revelación, cosa que se puede tachar de predicción), mientras que en el exterior el caos empieza a apoderarse de los medios por motivo del miedo que genera un mundo sin Sumo Pontífice.

El encierro forzoso traerá consecuencias muy frikis...
El Film es un ejercicio sorprendente que plantea el dilema que supondría la destrucción del sistema establecido, usando la crítica naturalista para hacer juicio de valor sobre los entresijos eclesiásticos. El propósito de mostrarnos a un Sumo Pontífice humanizado y cargado de dudas (y debilidades) resulta eficiente e impagable a lo largo de tan magnífico guion.


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