domingo, 9 de junio de 2013

Berberian Sound Studio (2012). No se ve... Pero se intuye.

Peter Strickland (un creativo bastante particular) dirige y escribe un Film ambientado en los años 70, donde se recrean ciertos extractos de los estudios cinematográficos transalpinos. Toby Jones (Historia de un crimen, La Niebla, Capitán América, El Topo, y un largo etc) se encarga de encarnar al psíquicamente malogrado protagonista, siendo uno de sus mejores registros y, por lo tanto, uno de los motivos que nos empujan a disfrutar de la película. 


Gilderoy es un técnico de sonido que se traslada desde Gran Bretaña hasta Italia tras aceptar un puesto de trabajo en el Berberian Sound Studio. El mencionado estudio de grabación es un templo del cine gore de bajo presupuesto; pero, especialmente, se dedica a editar rodajes del shakespeareniano subgénero Giallo. Nuestro protagonista pronto empezará a sufrir en sus carnes los malos tratos y pésimas condiciones de trabajo por parte de su jefe y compañeros (entes retorcidos saturados de maldad y extrañas motivaciones), amén de los conflictos internos que le suponen el tratar con semejante metraje saturado de violencia explícita. Poco a poco, Gilderoy irá adentrándose en un oscuro abismo que no tiene camino de regreso...

El homenaje a los diversos oficios cinematográficos es sublime...

Película excelente, difícil de clasificar, que rescata el concepto de que nuestra imaginación puede ser estimulada mucho más que nuestra vista para obtener excelentes resultados. La violencia psicológica junto con una perfecta ambientación, consiguen mantener en vilo hasta el último momento a unos perturbados espectadores. Film imprescindible que homenajea a otros tiempos en los que se hacía otra clase de cine... 

Para crear sonidos terroríficos cada maestrillo tiene su librillo...




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